Como el nombre de este colectivo de autores, G.R.A.M. se presenta al margen de ideologías y designa a una marca más que a las personas que están detrás de ella, lo cual conduce a una disolución de la autoría entendida de manera clásica.

Con frecuencia G.R.A.M. realiza colaboraciones profesionales, externalizando el proceso de producción, de modo que su implicación directa se limita al concepto. Las colaboraciones con artistas de diversas disciplinas contribuyen a subrayar justamente la idea de una autoría extendida. Así, en 1997, durante seis meses de estancia en Los Ángeles, los artistas se concentraron en una detallada exploración del medio audiovisual: fotografía, vídeo y película.
Utilizando la fotografía de los paparazzi como modelo y fuente de inspiración, G.R.A.M. introdujo una crítica fundamental a la cultura visual globalmente considerada. Mediante la apropiación de esta forma particular de producción de imágenes y la reescenificación de un conjunto de temas concretos habituales de los media, los llevaban a una esfera de enorme interés y en auge a nivel internacional, especialmente dentro de la actual evolución de las artes. Como Peter Weibel escribió para el catálogo G.R.A.M. 2002 wiener blut — nach motiven von…: «la paradoja se ha hecho realidad: mediante la reapropiación de lo fotográfico con ayuda de otros actores, la acción se adentra otra vez en la esfera de la performance y se libera de los dictados de la fotografía».

G.R.A.M. Reenactements 1998-2011 es la primera y más extensa recopilación de la obra del colectivo G.R.A.M. Con una introducción de Wolfgang Ullrich, uno de los más prestigiosos teóricos de la cultura y el arte alemanes, este libro constituye una crítica esencial de la imagen narrativa.